Y por fin llegó el día, 19 de junio del 2013,
la primera vez desde que se creó Berserkers en la que nos jugábamos un partido
a vida o muerte en casa, un encuentro en el que si salíamos vencedores seríamos
campeones de Liga. La madre de todas las batallas: Real Madrid – FCB en el
Palacio de los Deportes con una Liga en juego. No se nos podía escapar.
Llevábamos muchísimos años esperando poder
vivir algo parecido. Nosotros como grupo exactamente 8 largos años, poca cosa
comparada con la eterna espera del madridismo militante en lo que a baloncesto
se refiere. Y es que hacía casi 20 años que no se ganaba ningún título en casa…
El día se hizo eterno, podríamos decir que
los días transcurridos desde que se disputó el 4º partido hasta que llegaron
las 22:00 hrs del miércoles 19 de junio se hicieron realmente largos. No
podíamos pensar en otra cosa… ¿en qué íbamos a pensar si no era en EL PARTIDO? Días frenéticos intentando comprar entradas
para toda la gente que quería asistir al partido y no tenían el abono. Todo
aquel madridista que estuviera dispuesto a dejarse la voz por su equipo de
baloncesto debía estar presente en ese fondo Jorge Juan del Palacio de los
Deportes. Y se puede decir que lo conseguimos cuando 20 minutos antes de que
comenzara el partido nuestra zona estaba a reventar como nunca lo había estado.
¿400 personas de pie, 500? Seguramente nunca lo sabremos con exactitud pero lo
que nunca se nos olvidará es la sensación de pensar que con toda esa gente dándolo
todo el partido no se nos iba a escapar, que íbamos a llevar a nuestros
jugadores en volandas como nunca.
Antes habíamos disfrutado de una gran previa,
muchísima gente bebiendo y cantando en la calle. Alguna que otra bengala para
dar colorido y ambiente a los alrededores de nuestro pabellón. La gente desde
luego que iba a entrar con ganas al Palacio, no había ninguna duda. Entre
medias mucha gente nos acercamos a recibir al equipo a la calle Fuente del
Berro.
Gran banderolada durante la presentación de
los jugadores y cánticos contundentes que se hacían escuchar por encima de la
música ambiente del pabellón. Lo bueno iba a empezar en pocos minutos y entre
la grada ya habíamos hecho circular una consigna clara: no era un partido para ‘disfrutar’
desde la grada, era un partido para ‘ganar’ desde la grada. Cánticos cortos y
contundentes para enganchar a todo el pabellón y presión máxima al rival en la
mayoría de sus ataques. Los cánticos elaborados y largos se quedarían para
mejor ocasión. Teníamos que meternos en el partido como si fuéramos el 6º
jugados y así lo hicimos.
El equipo empezó como un tiro y la grada
entró en efervescencia. Unos primeros minutos magníficos que empujaban a pensar
en algo grande. Después el FCB remontó hasta irnos tan solo 2 puntos por
delante al final del primer cuarto. Daba igual, Berserkers no iba a parar ni un
solo segundo en todo el partido.
En el segundo cuarto nuestro equipo amplió la
ventaja. La presión ejercida por todo el Palacio y la defensa de los nuestros
hacía su efecto dejando al Barcelona en solo 14 puntos en ese cuarto. La
ventaja se ampliaba a 9 puntos. La grada había estado disfrutando y sufriendo a
partes iguales durante esos primeros 20 minutos de partido. Las gargantas ya
notaban el esfuerzo de haberlo dado todo pero en nuestras cabezas no cabía otra
idea que no fuera la de hacer lo máximo posible desde la grada para ayudar a
nuestros jugadores.
“Este año sí”, se escuchaba en una parte de
la grada durante el descanso, “esta vez no se nos escapa”, “la Liga será blanca”
se podía oir en otra zona… Pronto pasaron los minutos de descanso y la batalla
comenzó de nuevo.
El equipo comenzó muy fuerte después del
descanso hasta irnos a los 17 puntos de ventaja tras un triple de Rudy mediado
el tercer cuarto. La grada y el Palacio en general eran una fiesta pero había
que guardar la calma. Todos teníamos ganas de disfrutar a tope en la grada,
poder tirar de repertorio pero lo íbamos a tener que dejar para cuando el
partido hubiese finalizada. El Barcelona recortó distancias de nuevo poniéndose
el 55 – 48 en el marcador al final del cuarto.
Desde la grada seguían saliendo cánticos
cortos y contundentes que seguidos por el resto del Palacio conseguían crear
una atmósfera magnífica para la victoria. La presión en los ataques de nuestro
rival no era menor. No se nos iba a escapar, ¡que no! Eso debió pensar nuestro
gran capitán, don Felipe Reyes Cabanas, en el último cuarto. A Felipe, un tío
con los cojones como el caballo de espartero, se le pusó ahí, en sus cojones,
que la Liga iba a ser blanca y dio todo un recital en esos últimos 10 minutos.
A pesar de un arreón final del FCB el partido,
y la Liga, se quedó en casa. 79 a 71 para coronarnos de nuevo campeones de
Liga. La Liga número 31 en las vitrinas de nuestro glorioso club. Por fin se
desataba la fiesta de verdad en nuestra grada. Cánticos, saltos, abrazos e
incluso alguna lágrima se podía ver por nuestra grada. Habían sido 8 años de
espera para poder vivir esto, teníamos una larga temporada que llegaba a su fin
en la que muchos lo habíamos dado todo por el equipo y por el grupo. Gargantas
rotas en infinidad de ocasiones, miles de kilómetros a nuestras espaldas, horas
y horas confeccionando tifos… todo eso al final tuvo su recompensa.
Fue una recompensa fantástica, una Liga ACB,
pero que aún lo fue más con la respuesta de los jugadores al acabar el partido
y cuando una media hora después volvieron a saltar a la pista ante nuestros
cánticos. Nos hicieron sentir que la Liga también era nuestra. Comunión total entre
nosotros y NUESTROS jugadores (sí, lo podemos poner en mayúsculas). Todos y
cada uno de los miembros de la plantilla se acercaron varias veces a nuestra
grada compartiendo esa gran alegría con nosotros. Cánticos, saltos y abrazos
entre jugadores y afición, una simbiosis perfecta que nunca olvidaremos. Al
final muchos de ellos acabaron luciendo material de Berserkers durante la
celebración para orgullo nuestro.
Acababa así una gran temporada tanto para el
equipo como para nosotros. Una temporada con dos títulos, Supercopa y Liga ACB,
una final de la Euroliga, grandes partidos de animación, magníficos tifos y
grandísimos viajes.
Es por ello por lo que desde aquí hay que
agradecer el trabajo del cuerpo técnico, de los jugadores y de todos y cada uno
de los que se dejaron la voz para apoyar al equipo durante la temporada 2012 –
2013.
La próxima temporada, más y mejor.