Primer partido en casa tras la derrota en 1/4s de final de la Copa del Rey y ante Efes en Estambul. Esos días se escuchaban las primeras críticas a la plantilla y al cuerpo técnico pero a nosotros lo único que nos pedía el cuerpo era estar con el equipo.
El partido acabó con victoria madridista por 104 - 70, con varias jugadas espectaculares que hicieron disfrutar a los presentes en el Palacio.
A nivel de grada lo único destacable fue la pancarta mensaje que dedicamos a nuestros amigos de Warriors que pocos días antes habían decidido disolver su grupo. En un mundillo en el que abunda el antimadridismo siempre es agradable cruzarte con gente que respeta a tu equipo y a tu colectivo.
Siempre guardaremos en nuestro corazón esa ovación que nos dieron todos los aficionados romanos al final de un Virtus Roma - Real Madrid al que asistimos 30 miembros del grupo. Algo que no hemos vuelto a vivir y que jamás podremos experimentar en ninguno de los pabellones españoles que visitamos cada temporada.
Siempre guardaremos en nuestro corazón esa ovación que nos dieron todos los aficionados romanos al final de un Virtus Roma - Real Madrid al que asistimos 30 miembros del grupo. Algo que no hemos vuelto a vivir y que jamás podremos experimentar en ninguno de los pabellones españoles que visitamos cada temporada.
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